Chamuel,cuyo nombre significa “El que ve a Dios” o “El que busca a Dios”, es el arcángel del amor. Él ayuda a las personas deprimidas por la soledad o el desamor y fomenta en los seres humanos la gratitud hacia Dios y el amor incondicional y desinteresado. Dicen que, de entre todos los arcángeles, él es el más dulce y cariñoso.
Chamuel es uno de los siete grandes arcángeles[1] o “príncipes del cielo”, él es el arcángel del Amor[2] y se encarga de proteger los vínculos afectivos y de promover el amor incondicional hacia los demás, así como también la devoción, la gratitud y el amor hacia Dios. Chamuel representa la belleza que se logra mediante la consecución y expresión de la pureza del amor. Se cree que él es el más dulce y cariñoso de los arcángeles, que su presencia se manifiesta como las famosas “mariposas en el estómago” o como una especie de irradiación energética en el corazón[3]; y, también, se dice que éste arcángel brinda su apoyo a las personas que sufren de desamor y soledad. Por el papel que se le otorga, Chamuel es el arcángel asociado al planeta Venus.
Su nombre significa “El que ve a Dios”, “El que busca a Dios”, o “Auxilio y fuerza de Dios”. Pese a eso, hay muchos nombres asociados a éste arcángel: Camael, Camiel, Camiul, Cancel, Jahoel, Kemuel, Seraphiel, Shemuel, Samuel, Haniel, Anael…En cuanto al significado más difundido de su nombre, que es el de “El que ve a Dios”, tiene éste la siguiente explicación mística: Jesucristo dijo “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8); ahora, el apóstol Juan dijo que “Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1Juan 4:16); así, siendo Chamuel el arcángel que personaliza al amor, es evidente que su corazón está lleno de amor, y sobre todo de amor a Dios, dejando así de lado el amor al mundo y todo lo que se contrapone al amor a Dios, así como también dejando de lado al odio y todas aquellas cosas que se oponen al amor, ya que de lo contrario no podría ser el arcángel que personaliza al mor: entonces, en resumidas cuentas, acontece que Chamuel, por estar lleno de amor, está lleno de la presencia de Dios y puede verlo tanto en su interior, en tanto que está lleno de su presencia, como en su exterior, en cuanto que está libre de aquello que le impediría verlo, puesto que aquello que le impediría verlo es, en esencia, aquello que se opone al amor.
En cuanto a su rango entre los coros angélicos, pese a ser conocido como un “arcángel”, muchas fuentes lo colocan como el “Príncipe de las Potencias[4]”. Por otra parte, se sabe que Chamuel es el director de todos los ángeles de la llama rosa[5], ángeles que combaten las fuerzas del odio, fomentan la gratitud hacia Dios, inspiran el respeto y el aprecio hacia la vida y sus diversas manifestaciones concretas (la paloma, el gato, cualquier ser humano) y animan a la Humanidad a desarrollar el amor incondicional, el amor a Dios y al Ser Interno.
A nivel de creencias presentes en el esoterismo de corte popular, Chamuel es también el arcángel de la tolerancia, la sexualidad, la adoración, la ternura, la dulzura, el encanto, la comunión afectiva y la estética espiritualizada, atribución ésta última a partir de la cual se le ha considerado regente de lo relacionado con el embellecimiento físico y la decoración.
Algunas tradiciones lo vinculan a Haniel, ángel que supuestamente transportó a Enoca al cielo, otras afirman que es el ángel del mes de diciembre y hay quienes dicen que habita el segundo cielo y que una labor suya es encargarse de las emanaciones sublimes que ascienden a Dios y provienen de las oraciones que llegan a través del primer cielo.
Finalmente y sobre todo a nivel de aquella corriente actual de metafísica que postula la existencia de las Siete Llamas y de los Maestros Ascendidos, existe la interesante creencia de que el arcángel Chamuel estuvo separado de las conciencias humanas por muchos siglos, siendo así que en todo ese tiempo el hombre no se podía comunicar con él. No obstante, también plantean que actualmente si es posible comunicarse con Chamuel y contactar con sus mundos espirituales.
ORÍGEN Y CONFUSIONES
En términos generales, Chamuel se originó en el marco de la asimilación de ciertos elementos del zoroastranismo dentro del judaísmo. Aquello fue básicamente el resultado del largo exilio (597-538 a.C.) que la aristocracia judía sufrió en Mesopotamia. Y es que, en el fondo, no existían demasiadas diferencias entre el dios Aura-Mazda y el Yahvé-Elohim de los judíos, como tampoco entre los enviados Zarathustra (Zoroastro) y Moisés o entre el ordenado sacerdocio y la moral estricta propias de ambas religiones monoteístas.
Como producto de ese contacto el panteón de arcángeles judíos se amplió. En el comienzo solo se hablaba del “Ángel de Yahvé” o “Ángel de Dios”, del “Ángel de la Muerte” que asesinó a los primogénitos de Egipto y de tres ángeles sin nombre que aparecieron a Abraham y dos (sin nombre también) a Lot, siendo que solo después el Libro de Daniel (hecho justo en la época del exilio en Babilonia…) menciona los nombres de Gabriel y Miguel (Mikjael) y ciertos estudios cabalísticos muestran que los tres ángeles que se le aparecieron a Abrahan eran los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Así, antes del contacto con el zoroastranismo solo existían tres arcángeles judíos. Eran los persas quienes pensaban que el sol, la luna y las estrellas eran inteligencias angélicas y que el fuego y el agua tenían vida (no como tal o cual forma del fuego o del agua, sino como el fuego y el agua en general) y una especie de inteligencia: fue esa idea la que se filtró y transformó dentro del judaísmo, haciendo que luego se empezara a hablar del arcángel Uriel (“Luz de Dios”, “Ángel del Fuego de Dios”) en la línea persa del culto al “fuego sagrado”, del arcángel Zadkiel (“Justicia de Dios”) como arcángel asociado a Júpiter, de Remeiel, Ratziel y otros; y, desde luego y a imitación del culto a Anahita (divinidad persa[6] del amor que habitaba Venus), del arcángel Anael o Haniel como “Regente de Venus”, siendo que actualmente se considera a Anael o Haniel como el mismo ser que Chamuel…
Ahora, en la época del sincretismo judío-persa aún el arcángel Chamuel (que en ese entonces era conocido como “Anael”) no era uno de los siete arcángeles principales. Fue recién con Pseudo-Dionisio (teólogo bizantino anónimo, siglos V-VI d.C.) que pasó a estar entre los siete grandes arcángeles que actualmente se conocen y, así mismo, fue con Pseudo Dionisio cuando se configuró de forma completa un perfil del arcángel semejante al que tenemos actualmente.
Las confusiones surgieron sobre todo[7] después, a través de los siglos y las diversas producciones esotéricas en que se hablaba del arcángel, producciones éstas que muchas veces presentaban sincretismo entre diversas tradiciones o vaguedad en cuanto a sus orígenes. De ese modo, y sobre todo a raíz de los muchísimos arcángeles que nombra la Cábala hebrea, se fueron desarrollando los siguientes equívocos:
Por otra parte estaba Camael (“El que ve a Dios”), quien equivocadamente se ha visto como equivalente a Samael, un ángel malo cuyo nombre incluso significa “Veneno de Dios”. Mas en suma se suele considerar a Camael como la personificación de la justicia y la severidad, siendo visto como el arcángel de la venganza y nombrado como “Khemuel”, “Camuel” o “Chamuel”, entre otros.
Por un lado estaba Anael, un ser asociado al amor y al planeta Venus, un arcángel regente del segundo cielo y que se ha terminado viendo como equivalente a Haniel, Anafiel y Ariel, aunque aquellas identificaciones no sean ciertamente precisas pues en parte han respondido a un reduccionismo usualmente poco fundamentado.
Se dio sin embargo que las dos vertientes (la de Camael y Anael) de sentido anteriores se fueron mezclando en un sincretismo hasta cierta medida incoherente, ya que por el lado de Camael se tenía que el arcángel estaba asociado a la severidad, la justicia y la venganza (entendida como una forma de justicia), mientras que por el otro estaba asociado al amor y a la dulzura. Pero la mezcla resultaba también acomodaticia; ya que, si bien por el lado de Camael estaba la significación del nombre como “El que ve a Dios”, por el lado de Anael estaba la justificación (el amor) idónea del hombre a los ojos de la mentalidad cristiana. Es así que en la actualidad tenemos a un arcángel que se nombra de demasiadas maneras y cuyo perfil se suele presentar en general como un todo coherente resultante de la combinación de ciertos elementos originarios de vertientes de sentido distintas y de la supresión de otros elementos (también de vertientes distintas) para evitar la contradicción; aunque, en unos pocos casos, la contradicción no se ha evitado y se ha planteado inconsistencias tales como que Chamuel es ángel de la venganza y del amor a un mismo tiempo…
Esquematizando, se tendría básicamente que la confusión fue dada por la asignación a un mismo arcángel de los siguientes grupos contrapuestos (en virtud de sus significaciones) de nombres (los de mayor uso están subrayados): Anael, Haniel, Anafiel, Hariel/Chamuel, Camael, Khemuel, Camuel, Shamuel, Samuel
Pero sumada a esa confusión nominal se dio una agregación progresiva de diversos elementos que no existían en el origen, resultando que en la actualidad se ha llegado a decir cosas las siguientes: (al igual que los otros arcángeles…) tiene un complemento femenino llamado “Caridad” (una arcangelina[8]…), y según algunos metafísicos del New Age incluso (al igual que los otros arcángeles) tiene sexo con su arcangelina; tiene como chakra asociado al chakra Anahata (cuarto chakra) o chakra del corazón[9]; es el arcángel del rayo (o llama) rosa o rayo del amor; y, además, se puede solicitar su ayuda en hechizos para salir de la soledad, para que te quiera tal o cual persona que te ignora o de detesta, o incluso para cosas tan opuestas a la naturaleza angélica como lo es pedir para que sufra alguien que te ha roto el corazón…
Por todo lo anterior podemos concluir que Chamuel es casi de seguro una quimera, un arcángel imaginario que, el sincretismo y la vaguedad desplegadas durante siglos por las producciones esotéricas, han terminado instaurando en la angeología contemporánea y en aquella esfera del imaginario social propia del esoterismo popular. En otras palabras, Chamuel, Anael, Samuel o como quiera que se elija llamarlo, es una entidad que se ha formado por la agregación de características propias de diversos nombres cuyos orígenes se han olvidado parcialmente y cuyas fronteras se han difuminado.
EL ARCÁNGEL CHAMUEL EN EL CRISTIANISMO
La Iglesia Católica solo reconoce de manera oficial a tres arcángeles ya que solo tres se encuentran en la Biblia: Miguel, Gabriel y Rafael. A Chamuel, junto con los otros arcángeles, no los niegan pero tampoco los afirman en el sentido de que dentro de la doctrina oficial sean referidos como seres efectivamente existentes. De igual forma sucede con las Iglesias Cristianas Ortodoxas: solo reconocen a Miguel, Gabriel y Rafael, dejando así a Chamuel en lo que se podría considerar como un espacio de indeterminación doctrinal.
Por su lado, en general las iglesias protestantes solo reconocen a dos (Miguel y Gabriel), habiendo incluso iglesias como la Adventista o Los Testigos de Jehová, las cuales dicen que Jesús y el arcángel Miguel son el mismo ser. Por ello, dentro de estas iglesias Chamuel quedaría despachado; aunque, en lugar de aceptarse su culto a nivel extra-oficial como en general suele hacer de forma tolerante el Catolicismo (en parte porque en cierta época la Iglesia Católica sí creyó en siete arcángeles), a nivel del Protestantismo esto podría ser censurado como “idolatría”.
EL ARCÁNGEL CHAMUEL, LA SUPERCHERÍA ESOTÉRICA MODERNA Y LA OBSESIÓN CULTURAL POR EL AMOR
El arcángel Chamuel es el arcángel que más ha sido presa de la superchería esotérica moderna. Evidentemente la causa de eso es que vivimos en una sociedad obsesionada con el amor y Chamuel es el arcángel del amor. Así, para aquellos miembros del cuerpo social cuyas mentes han sido colonizadas por toda esa cultura supersticiosa que representa la magia de rituales, la santería, el horóscopo y las invocaciones a un panteón de espíritus cuyos orígenes no son nada claros, el arcángel Chamuel representa un vehículo a partir del cual canalizar esas necesidades de amor (en este contexto, nos referimos al amor de pareja) que la sociedad les ha inoculado como consecuencia de aquella obsesión cultural por el amor que existe en la contemporaneidad y que podría definirse como parte de un conjunto de “modas surgidas, en gran medida, a través de los mensajes publicitarios y los prototipos sociales que crean los medios de comunicación[10]”. Lo anterior, en combinación con el auge del internet y la amplificación de su importancia social y de su accesibilidad, ha hecho de la web una plataforma idónea para la proliferación de la superchería esotérica en general y, dentro de ese ámbito, de la superchería esotérica en torno al arcángel Chamuel.
Adentrándonos en ese mundo lleno de invocaciones absurdas e ingenuidad infantil, podemos encontrar una infinidad de casos concretos; mas, por razones de economía expositiva, basten ahora los siguientes:
1-Hechizo para hacer un talismán del arcángel Chamuel utilizando un “llamador de ángeles”:
2-Hechizo para hacer que una persona que te interesa se acerque a ti, el hechizo usa una fotografía (de la persona a hechizar), pimienta negra y otras cosas como imperdibles dorados:
3-Hechizo para obtener un amor “eterno y verdadero”
4-Una pequeña colección de hechizos
5-Este no es un hechizo pero es un supuesto mensaje[11] del arcángel Chamuel en el cual se habla sobre la fantasiosa teoría de las almas gemelas, teoría que psicoanalíticamente hablando no es más que una proyección simbólica del deseo narcisista de encontrar un amor que se nos parezca en la mayor medida posible[12]:
VIRTUDES, DONES Y SERVICIOS DEL ARGÁNGEL CHAMUEL
Chamuel está asociado principalmente a las virtudes del amor incondicional a Dios y al prójimo, a la devoción y a la gratitud hacia Dios, al aprecio y respeto hacia la vida, a la dulzura, la ternura, el afecto, la tolerancia, la autoaceptación, la compasión, la misericordia, la caridad y la belleza.
Los dones que da pueden ser los siguientes: llenarnos de amor, librarnos del resentimiento, el rencor y el odio, librarnos de la amargura, ayudarnos con nuestra falta de autoestima, ayudarnos a pasar del deseo-pasión al amor incondicional y desinteresado, ayudarnos cuando alguien nos odia o envidia, librarnos de la soledad, hacernos más generosos, dulces, compasivos, etc.
Podemos solicitar los servicios de Chamuel cuando: (1) estamos deprimidos porque no tenemos amigos o porque alguien que amamos nos ignora y/o desprecia (2) queremos que nuestra alma gemela aparezca en nuestras vidas, (3) estamos lejos de Dios por todo el odio, la rabia y el resentimiento que hemos acumulado, (4) queremos un trabajo, (5) queremos recuperar un objeto perdido[13], (6) deseamos que nuestros enemigos dejen de odiarnos, (7) queremos ayudar a alguien que está lleno de malos sentimientos, (8) tenemos una amargura que no se va con nada de este mundo (psicólogos, psiquiatras, diversiones, pasatiempos, etc), (9) necesitamos autoestima, (10) queremos que tal o cual vínculo afectivo nuestro mejore, (11) queremos dejar de ser envidiosos, (12) etcétera…
TABLA DE DATOS ADICIONALES:
Día de la semana: Los martes, aunque el día más propicio para invocarlo (sin importar que no caiga martes) es el 14 de febrero, día de San Valentín
Color: Rosado
Rayo: Rosado
Chakra: Cuarto
REPRESENTACIÓN:
Con este arcángel no existe mucho consenso en la forma de representarlo, lo único que no suele variar es el color de la vestimenta: rosado, color que simboliza principalmente al amor divino y al amor incondicional. A veces se lo ha representado como un niño, aludiendo así a su dulzura y ternura características. Otras, se lo ha simbolizado como una especie de Cupido, aunque esto es más bien el producto de un sincretismo cultural entre la angeología y los mitos griegos.
SELLO E INVOCACIÓN:
Una manera (hay algunas) bastante eficiente para invocarlo es la siguiente:
1. Asegúrese de que sea martes o, mejor aún (aunque no sea martes), un 14 de febrero (día de San Valentín)
2. Procure estar solo y no ser interrumpido.
3. Tome una vela rosada con el suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba: repita esto siete veces.
4. Tome una cartulina blanca o rosada, dibuje el sello del arcángel Chamuel en la parte superior de la cartulina (se recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la cartulina); y, en la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere decir al arcángel Chamuel y un agradecimiento por estar en su camino
5. Encienda la vela rosada.
6. Tome la cartulina, lea las peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su camino y estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa directamente al siguiente paso
7. Doble la cartulina y póngala debajo de la vela.
8. Recite una de las oraciones conocidas (elección personal) al arcángel Chamuel. Nota: la oración, o se la sabrá de memoria, o la tendrá anotada en un papel aparte de la cartulina.
9. Cierre los ojos, ore interiormente, intente sentir a Dios y de ser posible al arcángel, visualice que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y a Chamuel y abra los ojos.
10. Queme el papel antes de que la vela rosada se consuma.
11. Deje que la vela se consuma, váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota: si no ve cumplida su petición, repítala todos los martes que sean necesarios, intentando hacerlo siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz interior y ausencia de ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo.
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Hay también un hechizo muy popular que, a diferencia de tantos hechizos un poco absurdos que hay por la web, tiene algo de fundamentación seria a nivel de principios ocultistas. Es el siguiente:
1. Consiga una pirámide de cuarzo rosa, límpiela y prográmela para el ritual. Para limpiarla debe introducirla en un recipiente (grande para que entre la pirámide) que contenga agua mineral en la cual haya disuelto una cucharada grande de miel, una cucharada grande de azúcar morena y una cucharada grande de esencia de rosas, luego debe dejar el cuarzo metido allí por 24 horas, todo esto lo debe empezar en una noche de luna creciente. Para programarla debe primero haberla limpiado con el proceso de 24 horas antes dicho; la programación consistirá en que usted bendecirá a la pirámide rezando un padre nuestro y haciendo luego con su mano derecha tres cruces sobre la pirámide, una por cada miembro de la trinidad.
2. Unja la pirámide con esencia de rosas y oriéntela hacia el este (donde sale el sol), consiga una brújula para saber la dirección exacta.
3. Escriba en una cartulina rosada su deseo, redactándolo en tiempo presente, en mayúsculas y como si fuera algo que ya se ha cumplido; así, si quiere tener una relación amorosa con X persona, escriba algo así: “TENGO UNA RELACIÓN AMOROSA CON “X”, GRACIAS AL ARCÁNGEL CHAMUEL Y SUS ÁNGELES DE AMOR”
4. Agradezca (hablando) como si ya se hubiera cumplido su deseo, el cual deberá haber sido encargado al arcángel Chamuel y sus ángeles de amor.
5. Coloque el papel debajo de la pirámide y cada día, durante 7 días seguidos, piense en su deseo 3 veces al día (preferiblemente a las 6 en punto de la mañana, 3 en punto de la tarde y 12 en punto de la noche), visualizándolo como si se hubiese cumplido (esto es, imaginando el deseo hecho realidad). Si no puede hacerlo a esas horas no se preocupe, pero es muy importante que, mientras visualice, tenga las manos sobre la pirámide (preferiblemente una mano en cada lado, para que ambas estén en contacto)
6. Al séptimo día, luego de cumplir las 3 visualizaciones, saque la cartulina de debajo de la pirámide, quémela con fósforos y suelte sus cenizas al aire libre (esto es importante) “para que los ángeles del amor manifiesten tu deseo dentro de la voluntad de Dios y para el bien de todos[14]”
ORACIONES:
‹‹Querido Arcángel Chamuel,
te amo y te bendigo. Y te ruego
que me mantengas sellado en un
pilar de llama rosa de amor y
adoración a Dios hasta que se haga
contagiosa a toda la vida que yo
contacte hoy y siempre.
¡Te doy las gracias!
Amén.››
‹‹En el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en el amor de la estrella que anunció, que la gloria descendería a la Madre Tierra, y encarnaría al Hijo del Padre. En el amor de la creación que libera de toda duda, sobre la increíble majestuosidad del Arquitecto Divino. En el nombre del amor puro, encarnado por el sol y la luna. En el nombre del amor de la palabra, que hace crecer el verbo, y reproducir las cosas, con luz y conciencia propia. En el amor de la verdad, esperanza y maravilla, guía en el Santo Espíritu. Por todo lo nombrado yo te pido Señor, por la intercesión del arcángel Anael, bendición de Dios, que eleves mis palabras una a una, a la luz de tu infinita misericordia, para que humildemente sean escuchadas. Intercede ante el Señor, Anael, Príncipe del amor y la luz, para que operes, acciones y liberes toda la fuerza necesaria para la mejor resolución a esta petición que con todo respeto ahora realizo: (agregar aquí la petición).››
‹‹Amado Ángel Anael, tú que tienes el regalo más preciado en tus alas, que has sido bendecido con la energía rosada del amor universal, vuela hasta mi corazón y llénalo de tu energía divina, ayúdame a quererme a mí mismo, a querer a los demás.
Quita la sensación de soledad de mi vida, hazme comprender que no estoy solo nunca, que me circunda el amor inmenso del Creador.
Si es que lo merezco, que llegue a mi vida el verdadero amor y que lo pueda identificar. No me dejes caer en relaciones de maltrato.
No permitas que yo le haga daño o hiera los sentimientos de nadie.
Ayúdame cada día a ser un mejor ser humano y a ser instrumento de amor para la Humanidad. Amén››
________________________________________
[1] Estos son: Miguel, Jofiel, Chamuel, Gabriel, Rafael, Uriel, Zadquiel.
[2] Del amor divino y del amor humano en todas sus verdaderas manifestaciones.
[3] Esto se da cuando el cuarto chakra (el chakra Anahata), que es el chakra vinculado al corazón y al amor, vibra intensamente como consecuencia de intensos sentimientos de ternura, amor o compasión.
[4] Las Potencias, Poderes o Potestades, son ángeles que cuidan el reino de Dios (contrarrestando influencias oscuras como la de los demonios) y se encargan de proteger las almas y ofrecerles paz, armonía y serenidad. Ellos son los que manifiestan el poder de Dios (de allí su nombre), portan la conciencia colectiva de la Humanidad, atraen y retienen la energía del plan divino y vigilan el balance entre la materia y el espíritu
[5] Existen siete rayos o llamas, cada llama o rayo expresa un aspecto esencial (y los aspectos relacionados) de Dios y del espíritu. Así, por ejemplo, la llama azul expresa la voluntad-poder, la amarilla/dorada la inteligencia-sabiduría y la rosada el amor.
[6] Esto no quita que el zoroastranismo haya sido monoteísta en tanto que solo había un creador-increado, el cual estaba dotado de sabiduría, bondad, invisibilidad y consecuente ausencia de forma concreta: Ahura Mazda.
[7] Decimos “sobre todo” porque Pseudo-Dionisio ya había dado un gran paso en las confusiones al no esclarecer del todo sus fuentes y al pecar de ciertos reduccionismos que, si bien evitaban la contradicción, iban sepultando más y más los orígenes de ciertos aspectos del arcángel, a la vez que alimentando la actitud teórica actualmente dominante en virtud de la cual se llama a un mismo arcángel de mil formas ignorando la raíz y el sentido particular de cada forma.
[8] En internet, suele suceder con los temas esotéricos que solo aparecen las teorías pero no hay información sobre quiénes las crearon y cuándo las crearon. Lo más probable es que las arcángelinas hayan surgido como un invento de la metafísica esotérica del siglo XIX, siglo en el que se perfeccionó y sistematizó la teoría de los siete rayos, la cual ya tenía siglos pero sus elementos estaban medio dispersos y no se habían reunido en la forma de una teoría.
[9] Esta asociación, al igual que la del rayo, tiene cierta lógica y es la siguiente: las características esenciales de los siete arcángeles son las mismas características esenciales que las de los siete rayos: así, cada arcángel debe pertenecer a un rayo determinado. Ahora, en cuanto a los chakras la asociación no es tan clara, ya que a un mismo arcángel se le podría adjudicar más de un chakra. Por ejemplo, por ser el arcángel de la sexualidad, a Chamuel le debería corresponder el segundo chakra, pero por ser el arcángel del amor le debería corresponder el cuarto chakra; o bien, a Jofiel le debería tocar el séptimo chakra (la mayoría de fuentes se lo asignan) por ser el arcángel de la iluminación, pero también hay como asignárselo a Zadquiel en tanto que Zadquiel es el arcángel de la llama violeta, llama asociada al séptimo chakra…
[10] Palabras usadas por especialistas para hablar de ciertos “trastornos culturales”
[11] Abundan en la web las supuestas “canalizaciones”; las cuales, en el contexto de los ángeles, son mensajes que un ángel determinado da a través de una persona específica que cuenta con ciertos dones espirituales y psíquicos. Evidentemente todo eso es una gran farsa producida sin malas intenciones (en general, no siempre) en el sentido de que realmente los supuestos canalizadores creen estar hablando con tal o cual arcángel cuando en realidad están hablando con un espíritu cualquiera o teniendo alucinaciones auditivas: la mayor evidencia a favor de esto es que es posible hallar contradicciones entre las “revelaciones” transmitidas por los arcángeles.
[12] Hablamos del amor narcisista, tan presente en la sociedad que por eso muchos creen en lo de “la media naranja” o “el alma gemela”. Podemos definir a ese amor narcisista de la siguiente manera: “Según el “tipo” narcisista, se ama a lo que uno mismo es, a lo que uno mismo fue, a lo que uno querría ser, a la persona que fue una parte del sí mismo propio. Se ama a lo que posee el mérito que falta al yo para alcanzar el ideal. El amor narcisista originariamente dirigido al propio yo es desplazado hacia la persona amada ”
[13] Ciertas fuentes también dicen que éste arcángel ayuda en cosas tan triviales o terrenales como encontrar cosas perdidas o conseguir trabajo.
[14] Supuestamente, este ritual le fue inspirado a la angeóloga “Yaiza”. Lo que sí es indiscutible es que es de los más serios que hay por las siguientes razones: 1) recurre a la energía de las pirámides, algo que incluso ha recibido explicaciones paracientíficas, 2) recurre al Reiki en lo de la visualización y programación, 3) usa principios del Método Silva de Control Mental, uno de los métodos de entrenamiento psíquico más serios, 4) recurre a un principio racional de la Astrología como lo es aquel de la influencia de la luna a partir de su influjo gravitacional y electromagnético, influjo que se traduce en una influencia en el mundo astral. Ahora, el problema del ritual sería que es casi seguro (por las razones que se ha expuesto) que el arcángel Chamuel no exista; pero, si usted ha perdido la fe en él, puede ejecutar el ritual de la pirámide recurriendo simplemente a los “ángeles de amor” o a los “ángeles” en general.
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