martes, 21 de marzo de 2017

El poder del agua



Relacionada con los sentimientos, las emociones, los vínculos afectivos y la videncia, es un elemento generador de emociones, y al mismo tiempo puede ser purificador de las mismas. Son múltiples los rituales realizados con el elemento Agua, y todos ellos nos aportaran el frescor y la vitalidad del Elemento. Podemos trabajar en la naturaleza o en nuestra casa. Los lagos, fuentes, ríos y mares son lugares indicados para realizar este tipo de hechizos. Eso sí, siempre, realizarlos en soledad y trabajar con ellos dejándonos llevar, no tan solo por su transparencia, sino también por los sonidos que emite al moverse.

 Aguas termales

Desde la más remota antigüedad el agua ha sido venerada por los seres humanos. Fuentes, ríos mares, lagos han sido sagrados a lo largo de la historia, pero tal vez el agua más venerada ha sido aquella que, desafiando el entendimiento del ser humano, surgía del fondo de la tierra a altas temperaturas. Son la que conocemos como aguas termales, a las cuales siempre se las ha considerado curativas y llenas de propiedades. Con el tiempo, la ciencia ha dado la razón a la historia o leyendas de estos lugares. Los antiguos egipcios o romanos tomaban baños de agua y se ungían con masajes de aceites esenciales. Pero fueron los romanos los que, a lo largo de su ocupación en las tierras de Europa, fueron instalando los baños termales en piscinas de piedra, algunas de ella decoradas con preciosos mosaicos. Esas aguas los purificaban, tonificaban y alejaban el dolor de diferentes enfermedades, dando lugar al alivio, al bienestar y, en muchos casos, a la curación. Los baños romanos eran lugares públicos con gran influencia entre las clases dirigentes, ya que diferentes comercios, negocios o temas de estado eran pactados en esos hermosos espacios.

Para los antiguos celtas era costumbre, siempre que se bebía o se utilizaba el agua en diferentes ceremonias, dejar un libación en reconocimiento u honor al dios que la guardaba.

Nos ayuda a abrir la mente

Desde la copa de cristal transparente con agua, hasta un tranquilo río o estanque de claras aguas, nos ayudaran a desarrollar nuestra clarividencia. Si estamos en casa, para abrir nuestra mente a otras percepciones, deberemos llenar una copa  grande de cristal con agua, y encender una vela blanca o azul, ungida para la videncia y la inspiración. La llama de la vela se deberá reflejar en el agua, y nuestra mirada perderse en el interior de la copa.  La práctica nos abrirá nuestra mente hacia las respuestas que deseemos.

Ritual en un rio

También podemos realizar un pequeño ritual en un río. Para ello deberemos cortar tres hojas de una planta, de la manera habitual, dejando algo como intercambio cósmico por la fuerza que nos aportan. Sentándonos en la orilla, sostener en nuestra mano de poder las plantas, mientras nuestra mente y voz se dirigen a ellas, potenciando al máximo sus poderes y cargándolas para el hechizo que realizamos, solicitando su ayuda para que nos llegue la respuesta que en esos momentos nos inquieta. Cuando nos sintamos preparados, dejaremos la primera hoja o ramita e el agua, mientras decimos algo parecido a: “planta en el agua, planta que fluye, deja fluir mi conocimiento, muéstrame los secretos”,  sentimos como el poder se va desprendiendo y nos envuelve la ensoñación,  después de la tercera hoja, con los ojos fijos en el agua, nos centraremos en la meditación para que la respuesta venga hacia nosotros. Una vez finalizado damos las gracias y dejamos la pequeña libación.

Limpieza energética

Los baños también son hechizos por agua. Los podemos realizar en nuestra casa, de la forma acostumbrada o bien dejar que la fuerza purificadora del agua nos envuelva en plena naturaleza. De estos últimos, los más efectivos como limpieza y purificación seria el conocido baño de la madrugada de Sant Joan, cuando nos introducimos en el mar y dejamos que nueve olas rompan contra nosotros, liberándonos así de todo tipo de negatividad. Otra variante seria la que realizaríamos durante nueve días seguidos en la playa, pidiéndole su permiso y solicitándole al mar que nos purifique plenamente, introduciéndonos en el mar mientras sentimos como la fuerza del agua salada nos libra de todo lo negativo. Este ritual también se puede realizar en la montaña, en un pequeño lago, mientras lo cruzamos y sentimos toda la fuerza refrescante del agua fría purificándonos plenamente. Siempre hemos de sintonizar con las fuerzas de la naturaleza y dejarnos llevar en el momento adecuado.

La cazuela de barro o  la Caldera Sagrada con agua y pétalos de rosas, que preparamos en la noche de Sant Joan, también forma parte de los múltiples hechizos por agua.  De la misma manera que los son las agua que con las plantas preparamos para purificar o atraer hacia nosotros cosas positivas.

El agua se mueve por nosotros

Deseos que el agua pone en movimiento para nosotros. Para ello tan solo necesitaremos una piedra cercana al río, con unas hierbas o con otra piedra dibujaremos algo alegórico a lo que deseamos, o bien lo escribiremos (aconsejo lo primero ya que es mas practico, y un pequeño símbolo tendrá toda la fuerza de este hechizo). Cargaremos a piedra proyectando en ella nuestra energía y visualizando nuestro deseo, cuando nos sintamos preparados la lanzaremos al agua, desatando el poder el hechizo mientras nos visualizamos plenamente en la situación que hemos deseado.

También podemos crear un vinculo de unión con la persona amada. En algún lugar, donde un pequeño riachuelo fluye, nos situaremos uno a cada lado, mientras nuestras manos permanecen unidas. Es mucho mejor si al lado de cada uno de nosotros se encuentra un gran árbol, cuyas copas se funden por encima del agua. Y los dos, al mismo tiempo, repetiremos unas palabras de unión consensuadas para realizar nuestro pacto de amor. Yo lo hice con mi compañero en un pequeño riachuelo con un árbol a cada lado. Posteriormente nos enteramos que esos árboles los plantó un matrimonio ya anciano cuando se casaron.

Pozos de los deseos

Los pozos de los deseos también forman parte de los hechizos por agua. Para ello buscaremos un manantial que surja del suelo y lo consagraremos como un pozo especial para nuestros deseos. Le podemos ofrecer monedas (para el amor mejor las de cobre, para la videncia de plata…), cristales o flores. Es importante que el pozo de los deseos sea un lugar mágico para nosotros, donde nos podamos sentir plenamente integrados y en donde tengamos una sintonía completa con nuestro entorno. Allí será nuestro espacio natural para esos momentos en los cuales necesitamos encontrarnos con nosotros mismos pudiendo realizar pequeños rituales y sintiéndonos plenamente protegidos por toda la magia que ya impregna el lugar.


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